Leopoldo López regresa al epicentro de la tragedia venezolana
Leopoldo López levantó la mirada y allá, al otro lado del emblemático puente, estaba Venezuela. “Vuelve pronto”, rezaba el cartel, un deseo por ahora imposible para quien fuera el preso más emblemático del chavismo.
El dirigente opositor llegó a sólo 200 metros del país que lleva tatuado en su piel, de donde escapó a finales de octubre en una operación suicida, tal y como reconoció Iván Duque. “Le salvamos cuando eran inminente el intento de acallar su voz”, aseguró el presidente colombiano.