Desde que en 2011 cayó el régimen del coronel Muamar Gadafi, que controló Libia con mano de hierro durante 40 años, el país norteafricano vive sumergido en la inestabilidad y la violencia. Pese a las esperanzadoras elecciones de julio de 2012 -las primeras en más de medio siglo- Libia no ha logrado articular una administración transicional, en medio de un enfrentamiento político, militar, tribal y geográfico. Desde 2014 hay dos gobiernos rivales (con sus respectivas administraciones), sostenidos