Los británicos reviven su pasado esclavista

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En Penny Lane había un barbero que mostraba fotos de todas las cabezas a las que había cortado el pelo en su vida. Lo sabemos por Paul McCartney, que pasaba frecuentemente por allí en sus años mozos. Lo que no sabíamos es que la calle debe probablemente su nombre a James Penny, propietario de uno de los 130 barcos de esclavos que llegaron a zarpar todo los años del puerto de Liverpool, capital europea del “tráfico humano” a finales del siglo XVIII.
El Museo Internacional de la Esclavitud sirve