Borracho perdido, Morten Østergaard, uno de los políticos más poderosos de Dinamarca, líder de los social-liberales y ex ministro de Educación, Hacienda, Economía e Interior, manoseaba a una agobiada becaria poniéndole las manos en las nalgas y tirando de sus bragas y su sujetador a través del vestido que llevaba. Era junio de 2016 y los social-liberales acababan de celebrar el fin del curso político en los locales de Carlsberg en Copenhague.
Østergaard, 40 años entonces, empezó a propasarse co