El cuerpo sin vida de Min Nyo yacía anoche sobre el asfalto de un callejón de Hlaingthaya, un suburbio de Rangún, la ciudad más grande de Birmania. A su alrededor, algunas personas usaban la linterna del móvil para que otras pudieran hacer vídeos y fotos al cadáver.
Las imágenes acabaron primero en Facebook y luego llegaron a Twitter. Una bala había atravesado la garganta de Min Nyo. Tenía salpicaduras de sangre por toda la cara. El torso, desnudo, estaba limpio. Tanto que se apreciaba cómo la pi