Lukashenko dice que la OTAN se prepara para intervenir y 100.000 personas se manifiestan para pedir su salida del poder

INTERNATIONAL

El líder de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha pedido defender la independencia del país frente ante una multitud de simpatizantes en Minsk. El presidente bielorruso, que se enfrenta a la mayor oleada de protestas desde que llegó al poder en 1994, se dirigió a los fieles que le quedan: “Queridos amigos, los llamé aquí no para que me defendieran sino porque, por primera vez en un cuarto de siglo, pueden defender la independencia de su país”, dijo, entre ovaciones, desde la Plaza de la Independencia.

Ante él se concentraron al menos mil personas, según AFP, muchas traídas en autobuses desde otros lugares del país. Según los medios locales, los trabajadores estaban llamados a acudir a la manifestaciones. En caso contrario, podrían perder sus empleos.

Rusia ha confirmado que está dispuesta a ofrecer ayuda militar al dictador de Bielorrusia si es necesario. El mensaje llegó antes de que decenas de miles de opositores protagonizaran esta tarde una de las mayores protestas contra la reelección de Lukashenko, que volvió a intentar asustar a la población de los enemigos exteriores. El líder bielorruso alertó de que los tanques y aviones de la OTAN se están desplegados a 15 minutos de la frontera bielorrusa y de que los países vecinos estaban presionando al país para que celebre nuevas elecciones, algo que se niega a hacer.

Respecto a la manifestación de esta tarde en Minsk, se concentraron más de 100.000 personas pidiendo la salida del presidente bielorruso. Las protestas se siguen produciendo en todo el país. La violencia de la policía ha acercado a los más conformistas hasta el lado de los descontentos. En las manifestaciones de protesta se ve a soldados y también a trabajadores que están haciendo huelga, desde empleados de la industria a periodistas de la televisión pública.

REACCIONES A LAS ACUSACIONES DE LUKASHENKO

El ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Linas Linkevicius, rechazó que la OTAN esté preparando nada en relación a Bielorrusa. Linkevicius se refirió a Lukashenko ya como ex mandatario. “La reciente declaración del ex presidente de Bielorrusia sobre el aumento de la concentración de fuerzas militares de la OTAN en la frontera con Bielorrusia es una mentira”, escribió Linkeviius en su Twitter. “Hay que ver lo desesperado que está, tratando de justificar una solicitud de ayuda de Rusia y destruyendo por completo la independencia del país. Es deplorable”. Lituania es vecino de Bielorrusia y miembro de la OTAN, con ejércitos de varios países en su territorio.

La OTAN también ha rechazado, a las pocas horas, las acusaciones del presidente Lukashenko, pero dijo que estaba monitoreando de cerca la situación. “No hay acumulación de [tropas de] la OTAN en la zona. La presencia multinacional de la OTAN en la parte oriental de la Alianza no es una amenaza para ningún país. Es estrictamente defensiva, proporcionada y diseñada para prevenir conflictos y preservar la paz”, dijo un portavoz de la OTAN en una declaración, en la que también instó a Bielorrusia a respetar las libertades básicas, incluido el derecho a la protesta pacífica.

Pero Lukashenko -que acudió a su manifestación con su hijo menor, Nikolai- preparaba ya una reacción más allá de las palabras. Las fuerzas armadas de Bielorrusia realizarán a partir de mañana lunes ejercicios tácticos en el área de la central nuclear de Ostrovets, que se encuentra cerca de la frontera entre Bielorrusia y Lituania. Así lo informó el Ministerio de Defensa de Bielorrusia. Las maniobras durarán hasta el 21 de agosto.

En el poder desde 1994

En la capital bielorrusa se dispusieron este domingo estrictas medidas de seguridad, sobre todo en la zona en la que partidarios de Lukashenko se concentraron por primera vez desde las elecciones para expresar su apoyo a su líder, en el poder desde 1994. La concentración se programó en el mismo lugar en el que se realizó la masiva acción de protesta de la oposición durante la tarde. Escuadrones de policía se fueron reuniendo durante la mañana en la Casa de Gobierno en la Plaza de la Independencia en Minsk, informó el canal de Telegram RBC. Casi a la vez, la comitiva presidencial de Lukashenko también llegó al lugar. Según la agencia TASS , unidades policiales adicionales fueron llegando poco a poco al lugar para garantizar el orden público.

Pero Lukashenko, que calificó a los manifestantes descontentos de “ovejas” y criminales controlados por el extranjero, sabe que las protestas son ya tan ingentes que todo esto podría no ser suficiente. El Kremlin ha dicho que el presidente ruso, Vladimir Putin, le había dicho a Lukashenko que Rusia estaba dispuesta a ayudar a Bielorrusia de acuerdo con su pacto militar conjunto si fuera necesario. Moscú criticó que se estaba presionando a Minsk desde el exterior, sin dar más datos.

El líder bielorruso, de 65 años, lleva semanas denunciando un complot respaldado por extranjeros para derrocarlo. Antes Rusia estaba en la lista de esos países ‘entrometidos’, pero con el empeoramiento de la situación las acusaciones se han evaporado y Moscú es el apoyo más sólido del régimen bielorruso.

Amnistía Internacional acusó a las autoridades de llevar a cabo una “campaña de tortura generalizada” contra la oposición. El viernes, cientos de trabajadores de las fábricas estatales hicieron huelga en protesta por la reelección de Lukashenko. El presidente bielorruso ya rechazó el sábado cualquier mediación extranjera en la crisis y afirmó que no dejaría el poder. “No abandonaremos el país en manos de nadie. No necesitamos gobiernos extranjeros ni ningún intermediario”.