El arzobispo David de la Iglesia Ortodoxa Serbia ha sido hospitalizado este lunes contagiado de Covid-19 tras haber oficiado el domingo el funeral por el Patriarca Irineo I, fallecido por la misma enfermedad, en una ceremonia multitudinaria en la que muchos fieles besaron el cristal que cubría el féretro.
El Patriarca Irineo I murió el pasado viernes a los 90 años de edad en un hospital militar de Belgrado, en que había ingresado dos semanas antes por contraer el coronavirus. Pocos días antes, el 1 de noviembre, había oficiado una liturgia por el fallecimiento, también por Covid, del jerarca de la Iglesia Ortodoxa Serbia en Montenegro, Amfilohije, un obispo influyente que fue sepultado en Podgorica en presencia de miles de personas en una ceremonia en la que no se respetaron medidas de precaución.
Aquel funeral atrajo la atención de los medios ya que miles de sacerdotes y fieles, la mayoría sin mascarilla, se congregaron durante horas en la iglesia central de Podgorica. Además, miles de personas comulgaron con una misma cuchara, según es la tradición, y muchos besaron a las manos del difunto, expuesto en un féretro abierto.
A la ceremonia por Irineo I, celebrada este domingo en Belgrado, asistieron miles de fieles y toda la cúpula eclesiástica, pero en esta ocasión se respetaron más las medidas sanitarias. No obstante, muchos asistentes no llevaban mascarillas y besaron el vidrio que cubría el féretro y que de vez en cuando los sacerdotes limpiaban con trapos y desinfectantes.
El Patriarca Ireneo (en el centro), durante el funeral, el 1 de noviembre, de Amfilohije Radovic, muerto por coronavirus y despedido en un funeral en el que no se respetaron las medidas sanitariasAFP
Sin embargo, grupos de ciudadanos, con y sin mascarilla, seguían la liturgia, ante la catedral, retransmitida por la televisión pública serbia RTS, en dos pantallas grandes instaladas frente al templo
El cadáver de Irineo I había estado expuesto desde el sábado al mediodía en la catedral, en un féretro cubierto con cristal y no abierto como suele ser en los ritos ortodoxos, para que los fieles no pudiesen acercarse para besarle las manos.
La ceremonia del domingo fue oficiada por los obispos de la Iglesia Serbia, acompañados por delegados de las comunidades religiosas católica, musulmana y otras, los máximos representantes políticos serbios y otras personalidades. Aunque estos invitados llevaban mascarilla, no lo hacían la mayoría de los popes ortodoxos que participaron en el oficio de la liturgia.
Además, el domingo murió también por coronavirus el ex arzobispo serbio Artemije, mientras se espera que logre recuperarse el arzobispo Joanikije, de la misma iglesia en Montenego, quien todavía está enfermo.