Paraguay, en alta tensión: “Hay que refundar la nación”
Las manifestaciones populares se han ido apagando, aunque podrían reactivarse y crecer en cualquier momento, porque Paraguay sigue en alta tensión. Faltan insumos en los hospitales, el gobierno que reprimió con violencia a los ciudadanos reforzó el toque de queda nocturno y las denuncias de corrupción fluyen a diario. Euclides Acevedo, ex ministro del Interior y desde enero ministro de Asuntos Exteriores de Mario Abdo Benítez, cree que en el sistema actual la crisis no tiene solución. Y pide indirectamente al presidente que lidere un cambio radical.
“Lo que estamos viendo es una fosforescencia de la pandemia sanitaria, el agotamiento de un sistema jurídico-político que tiene fecha de vencimiento. Mi posición es refundar a la nación por la vía de una segunda república que requiere de una asamblea nacional constituyente. Una transformación económica, social y sobre todo cultural”, dice Acevedo, de 70 años, durante una entrevista con EL MUNDO.
Acevedo es conocido por su verbo florido y su independencia de criterio. Es el ministro de Relaciones Exteriores de un gobierno del Partido Colorado, el eje histórico de la política paraguaya, pero eso no quiere decir que no diga lo que ve. Y lo que ve es un gobierno que viene exhibiendo interesantes cifras económicas y atrayendo inversión extranjera, pero que podría funcionar mejor. Paraguay, añade, no pudo hacer las cosas tan bien como España, que tras la muerte de Francisco Franco en 1975 inició una veloz transición hacia la democracia sobre la base de un gran acuerdo político.
“Nosotros no hemos terminado el proceso de transición”, remarca Acevedo, en referencia a los 34 años de dictadura de Alfredo Stroessner, que cayó en 1989. Fue la más extensa en la historia de América del Sur. “En España hubo pacto político. Aquí hubo de todo menos pacto político. Esto es el agotamiento social, la fatiga política y la consecuencia de todo lo que está pasando en el continente, también”.
Abdo Benítez forma parte del Partido Colorado, que fue el que sostuvo a Stroessner entre 1954 y 1989. El padre de Abdo fue secretario privado del dictador. ¿Es razonable pensar que el jefe de Estado coincida con su ministro de Exteriores?
Sistema sanitario colapsado
“Yo no formo parte del partido del presidente, yo formo parte de un pensamiento diferente, aunque republicano como él. Pero tengo entendido que él no se cierra para nada a una nueva Constitución. Pero hay matices de cómo abordar la constituyente. Algunos creen que se debe cambiar la Constitución solo para facilitar la reelección, y para mí la reelección es un supositorio dentro de la Constitución. Acá hay que reformar otras estructuras del Estado. Desde la reforma del poder judicial hasta una remodelación del poder legislativo, pero sobre todo una política educativa laica y liberadora”.
El lema que exhibe Paraguay en su bandera es “Paz y Justicia”, algo que está lejos de cumplirse en el país de seis millones de habitantes, un enorme territorio comprimido entre los más enormes aún de Brasil, Argentina y Bolivia y en el que florecen el contrabando y el narcotráfico. El alto porcentaje de población joven y rural en Paraguay ayudó en los primeros meses a que el país exhibiera muy buenas cifras de control de la pandemia, pero a un año de su inicio, las cosas son diferentes. Paraguay sigue exhibiendo cifras de muertos comparativamente mucho más bajas que las de Brasil y Argentina, pero el temor pasa por la endeblez de su sistema sanitario, saturado y con las camas de cuidados intensivos ocupadas casi al cien por ciento.
Sólo 12.000 vacunados
“Saturado, pero no colapsado”, recalca Acevedo, que admite “falta de capacidad de gestión” del gobierno tras una buena planificación inicial. Eso llevó a que días atrás cayera el ministro de Salud y otros tres integrantes del gabinete. Abdo Benítez debió entregar esas piezas para evitar que Horacio Cartés, su antecesor y acérrimo rival interno en el Partido Colorado, se sumara al pedido de juicio político que motorizaron, sin éxito, el opositor Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) junto al Frente Guasú del ex presidente Fernando Lugo. Faltan vacunas como en casi todo el mundo, pero en Paraguay faltan realmente mucho, los inmunizados hasta ahora son una cifra simbólica, poco más de 12.000 personas.
“El tema de las vacunas revela la inequidad mundial con respecto a la producción y distribución mundial de las vacunas. Hay países que tienen siete veces la cantidad de su población. Un bien humanitario universal se convirtió en un instrumento de negocio”, critica Acevedo, que aunque habla como un potencial presidente, descarta de plano aspirar al Palacio López. ¿Quiere ser presidente? “Sí, de un club de fútbol”.