Cunde la preocupación en Alemania por el coronavirus. El jueves se registró el mayor número de contagios diarios desde finales de abril, cuando el país se encontraba en pleno pico de la pandemia. El país centroeuropeo registró en las últimas 24 horas 1.707 nuevos infectados por coronavirus, según cifras oficiales publicadas el jueves por el Instituto Robert Koch (RKI), institución encargada de dar seguimiento al Covid-19.
El RKI reportó 228.621 casos en el país desde el inicio de la pandemia, confirmando el crecimiento de los contagios en el país en las últimas semanas. Ya son 9.253 las personas muertas desde el comienzo de la pandemia, diez de ellos ocurridos en las últimas 24 horas.
Las autoridades han multiplicado los llamamientos a la responsabilidad individual a raíz del aumento de los casos de contagios, vinculados en gran parte al regreso de los alemanes que pasaron las vacaciones en el extranjero, pero también a celebraciones familiares y a fiestas al aire libre, muchas de ellas ilegales, de jóvenes.
La canciller Angela Merkel llamó a no bajar la guardia ante el virus. “La duplicación de casos” nuevos observada cada día “en Alemania estas últimas tres semanas” constituye una “evolución que no debe continuar y que debemos cortar”, dijo.
En los últimos días las autoridades alemanas declararon prácticamente a todo el territorio de España -salvo Canarias- y una parte de los Balcanes como zonas de riesgo, todas estas zonas muy concurridas por turistas alemanes. Para frenar los casos importados, sanidad ha impuesto tests gratuitos en aeropuertos y fronteras así como cuarentenas a los viajeros provenientes de esos países hasta que no acrediten que el resultado del test ha sido negativo.
El incremento de casos es comparable a los datos registrados a principios de mayo, cuando comenzó a retroceder la epidemia en el país, solo que ahora la trayectoria es ascendente y nada hace pensar en que vaya a remitir esta segunda oleada en los próximos días.
Los científicos evitan hablar de una segunda ola, sino más bien de un repunte de los casos del mismo brote de primavera, y prevén un incremento de los números a medida que termine el buen tiempo y la gente pase más tiempo en lugares cerrados.
Las competencias de sanidad están transferidas a los gobiernos regionales, al igual que España, por lo que las medidas difieren en cada territorio. En algunos ‘land’ como Brandeburgo, las mascarillas no son obligatorias, ni siquiera en lugares cerrados. Asimismo, la reapertura de las escuelas, con prácticamente todos los colegios del país abiertos, ha podido incidir en este repunte.
No está encima de la mesa, sin embargo, la posibilidad de volver a ningún tipo de confinamiento. La situación, advierten los expertos, difiere de primavera por dos motivos: hay muchas más pruebas y test para la población, y los contagiados son fundamentalmente jóvenes, un grupo de edad por lo general más resistente al virus.