Sarkozy no acepta su condena por corrupción y quiere llevar su causa al Tribunal Europeo de Derechos Humanos

Un trueno tras 24 horas de silencio. El ex presidente de la República Nicolas Sarkozy, condenado el lunes a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias ruge en una entrevista en Le Figaro; “No puedo aceptar haber sido condenado por algo que no he hecho”.

“Este es un caso de corrupción sin precedente: no hay un céntimo en juego; nadie ha obtenido ventaja alguna, ninguna víctima, ningún problema de orden público. Se me condena prestándome la pseudo intención de cometer un delito que estaría demostrado por briznas de conversaciones telefónicas sacadas de contexto. El veredicto no aporta pruebas sino un ‘haz de indicios’. Yo afirmo que para condenar en un Estado de Derecho, hacen falta pruebas. Y pruebas en este caso no hay”. Contundente y directo al corazón de la sentencia que le declaró culpable “en base a un haz de indicios graves, concretos y concordantes”.

Sarkozy confirma que ha recurrido la sentencia y se muestra dispuesto a llevar “este combate” hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos: “Será para mi un sufrimiento tener que hacer condenar a mi propio país pero estoy dispuesto puesto que será el precio de la democracia”

El ex jefe del Estado francés cuenta que supo la sentencia tras la velada con su familia, “viendo la serie The Killing. ¿Enfadado? No. Hace tiempo que se me ha pasado”, dice al comienzo de la entrevista con el diario conservador.

Sarkozy reserva sus dardos más certeros para la Fiscalía Nacional Financiera, creada por su sucesor, el socialista François Hollande. “Al menos 4.500 conversaciones telefónicas mías fueron escuchadas, algunas entre un abogado y su cliente, yo mismo. ¿En qué democracia el líder de la oposición, como yo lo era entonces, puede ser espiado así, durante siete meses?” Más adelante remata: “Si estuviéramos en la Rusia de Putin los defensores de los derechos humanos gritarían que es gravísimo”. Conviene saber que Sarkozy tiene una estrecha relación con el presidente ruso y.. negocios como asesor de alguna sociedad rusa.

El que fuera último presidente conservador de Francia (2007-2012) se muestra agradecido por las muestras de cariño recibidas de sus partidarios. No desvela si el actual presidente, Emmanuel Macron, con el que tiene una relación cordial le ha ha llamado pero da las gracias expresamente al actual ministro del Interior, Gérald Darmanin, que fue su portavoz.

Metido en su salsa, la política, confirma que él no estará pero señalará pulgar arriba, a quien apoya. Acepta el papel de gran elector, en suma.

“Había dicho que no sería candidato a la elección presidencial y lo mantengo”. Pero “sigo siendo miembro de mi familia política y no la abandonaré”. Más claro: “Dije que había pasado la página de la política activa, lo que no quiere decir que no diga lo que pienso”.

-¿Podría usted apoyar a Emmanuel Macron en 2022?, preguntan directamente los entrevistadores, haciéndose eco de una hipótesis que circula por París.

– (…) Cuando cada uno haya hecho valer sus legítimas ambiciones, yo diré a quien apoyo y por qué lo hago, en total transparencia con mi familia política”.

Vamos, que Sarkozy le da hilo a la cometa. El ex presidente confirma que ha recibido la vacuna del Covid-19 pese a no tener 75 años pero sostiene “tener una buena razón para ello”.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *