El descubrimiento y posible contención del foco de Pekín tiene un héroe. Se llama Tang, tiene 52 años, vive en el centro de la ciudad y es el paciente uno. Fue él mismo quien decidió acudir a las autoridades y ofrecer información vital sobre el mercado Xinfadi, el lugar donde se produjeron los primeros nuevos contagios. Los pequineses han agradecido su gesto. En redes sociales lo han bautizado como “Daye Tang”, el tío Tang, en señal de respeto.
Su historia es un mensaje al mundo que intenta salir de la pandemia: hay que convivir con el coronavirus, ser conscientes del peligro. Las autoridades deben mantener todavía la guardia alta, pero sin