Tony Abbott, un polémico gurú más en Downing Street
Tony Abbott fue, para Australia, una suerte de lo que Trump, Bolsonaro y Johnson son ahora para Estados Unidos, Brasil y el Reino Unido. Un líder populista con un mensaje directo y radical que, camuflado tras una pose de showman casi cómica, era capaz de proclamar un discurso misógino, homófobo, racista y negacionista con respecto al cambio climático. La diferencia es que, en su país, solo tardaron dos años en echarle de la Yarralumla, la residencia oficial del Gobernador de Australia.
C
inco años más tarde, Reino Unido le rescata como
asesor de comercio internacional para ayudarle a negociar sus acuerdos post Brexit
, una medida que no se ha terminado de entender y que se teme que también esté calando en la
futura política migratoria
que entrará en vigor a partir del próximo 1 de enero, momento en que acaba el periodo de transición para la salida de la
Unión Europea
.
Pase lo que pase, el país
Pase lo que pase, el país
seguirá compartiendo fronteras marítimas, aéreas y terrestres con el bloque
, por lo que resulta especialmente relevante lo que decidan en el Ministerio del Interior en materias de tránsito de personas de un lado a otro. Para inspirarse, el Ejecutivo de Johnson ha elegido el
modelo australiano
, y no precisamente el más progresista, sino el de Tony Abbott, responsable de algunas de las políticas más duras al respecto.
Más allá de la inmigración regular, que estará regida por un
Más allá de la inmigración regular, que estará regida por un
sistema de puntos bastante restrictivo
, la titular del Home Office,
Priti Patel
, parece que también quiere copiar, de una u otra forma, la polémica
Operación Fronteras Soberanas para impedir la llegada de solicitantes de asilo
. En base a aquella estrategia seguida por Australia en 2013, se
interceptaban las embarcaciones en las que los refugiados intentaban llegar al país y se les empujaba, literalmente, de vuelta
a su lugar de origen. “Jesús sabía que había un lugar para cada cosa, y eso significa que Australia no tiene por qué ser el lugar en el que estar para todo el mundo”, justificaba entonces Abbott en una entrevista para la ABC.
Es por eso que, en el Reino Unido,
Es por eso que, en el Reino Unido,
no terminan de entender el papel del ex primer ministro australiano y hasta dónde llega su influencia
, pues incluso desde Downing Street reconocen que existen conversaciones entre Patel y él acerca de cómo frenar la
llegada de refugiados a las costas del país
. “Sus políticas consiguieron reducir la llegada de estos barcos a cero, estuvieron hablando acerca de cómo lo consiguieron”, reconocen fuentes del Gobierno.
Además, parece que las
Además, parece que las
reservas acerca de su persona, por la imagen que transmite el Ejecutivo con él cerca
, no están reservadas únicamente a los sectores menos conservadores del país, sino que incluso miembros del Gabinete no parecen tenerlo demasiado claro. Preguntado en la BBC sobre las razones por las que se nombraba asesor en materias internacionales a un “misógino” y un “homófobo”,
Matt Hancock
, ministro de Sanidad, solo pudo balbucear tras unos segundos de duda: “Bueno, pero también es un experto en comercio”.
Más allá de que nunca ha desempeñado un cargo internacional que no sea el de primer ministro, Abbott, además, es que ni siquiera tiene una postura clara. A pesar de que
Más allá de que nunca ha desempeñado un cargo internacional que no sea el de primer ministro, Abbott, además, es que ni siquiera tiene una postura clara. A pesar de que
en 2016 decía que había que votar en contra del Brexit
para evitar el caos, ahora parece su más ferviente defensor e incluso tuitea mensajes trumpistas a Johnson diciéndole que mantenga la grandeza del Reino Unido (“Keep Britain great”).
“Lo que las amas de casa tienen que entender”
Sus polémicas no se reducen, sin embargo, a la cuestión migratoria, sino que también ha catalogado como una
“asquerosa corrección política” las cuotas de género “anti hombres”
y se hicieron virales unas declaraciones suyas en las que aseguraba que “lo que las amas de casa australianas tienen que entender cuando planchen es que sus facturas de la luz van a aumentar”.
De hecho, antes de que el líder del Partido Liberal ganase las elecciones en 2013, la ex primera ministra laborista
De hecho, antes de que el líder del Partido Liberal ganase las elecciones en 2013, la ex primera ministra laborista
Julia Gillard
llegó a decirle en el Parlamento que, si quería “conocer el rostro de la misoginia en la Australia moderna”, solo tenía que “mirarse en un espejo”. No es para menos, ya que en una ocasión en que le pidieron que hablase de dos mujeres de su partido, él solo pudo decir que ambas eran
“jóvenes, luchadoras y yo diría que con un cierto atractivo sexual”
.
Sus mensajes, siempre disfrazados de un intento de toque cómico que hace que sean más fáciles de tragar para cierta parte del público, también han tenido
Sus mensajes, siempre disfrazados de un intento de toque cómico que hace que sean más fáciles de tragar para cierta parte del público, también han tenido
como objetivo a los homosexuales, personas por las que se siente “ligeramente amenazado”
y a las que también les cuestiona su libertad para contraer uniones como la del matrimonio. “No soy el tipo de persona que quiera ver cambios radicales basados en la moda del momento”, criticó en una entrevista radiofónica.
Tampoco ha querido subirse, como no lo han hecho otros líderes ultra conservadores como Trump, a la corriente para detener la
Tampoco ha querido subirse, como no lo han hecho otros líderes ultra conservadores como Trump, a la corriente para detener la
emergencia climática
que amenaza el planeta, asegurando que sus defensores solo promulgan
“una mierda inmensa” y que sus teorías “están lejos de estar confirmadas”
. Es por eso que Abbott, en una las
pocas promesas electorales que llegó a cumplir durante su corto mandato
, redujo los impuestos al carbono e hizo retroceder a Australia en su compromiso para disminuir las emisiones de CO2.