Uno de los más fervientes deseos de San Juan Pablo II era desplazarse a Iraq y rezar en Ur, la ciudad de Abraham, cuna de las tres grandes religiones monoteístas. Sin embargo, primero la oposición de Estados Unidos y luego la negativa de Sadam Husein frustró el viaje tan deseado.
Cuando comenzó a correr el rumor de que el anunciado viaje de Francisco a este país podría ser suspendido, el propio Papa argentino ha salido al paso manifestando “que no se puede decepcionar por segunda vez a todo un