La veintena de congoleños, acompañados de algunos afganos, instalaron la improvisada “iglesia” sobre una de las colinas que contempla el campo de refugiados de Moria. Una simple lona de plástico atadas a varios árboles a la manera de techo y cinco hileras de taburetes de plástico.
El púlpito fue construido por los fieles a base de maderos arrancados de los árboles circundantes. En realidad, muchos de los olivos del entorno han sido cortados hasta las raíces por los refugiados. Una escena que rec