Yaakov Litzman es el espejo de contrastes. El titular de Sanidad israelí promovió medidas drásticas contra el coronavirus semanas antes de iniciarse el recuento de muertos que ayer por la noche alcanzaba en Israel los 203, pero es un ministro muy impopular en uno de los países más seguros ante la pandemia. La frágil apariencia y voz débil de este “jaredí” (temeroso ante la palabra de Dios), de 71 años, esconden un hombre energético y curtido en mil batallas políticas.

La dura crítica de los m