Biden se aferra a la tercera dosis de la vacuna

“Nos pondremos la vacuna de refuerzo”. Así confirmaba el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, su intención de apoyar con vehemencia el plan nacional puesto en marcha el miércoles para administrar una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 a toda la población. Todo ello en plena reticencia de gran parte de la población estadounidense a inocularse por primera vez y en pleno aumento de casos por la variante Delta. La media de fallecidos diarios casi se ha duplicado en dos semanas hasta los 800.

En una entrevista con la cadena CBS, Biden confirmó que tanto él como la Primera Dama, Jill Biden, serán los primeros en la fila, dando ejemplo, con una tercera dosis que los expertos han indicado que protegerá hasta en un 80% más que los que no cuentan con ella. Pero no lo harán solo por la precaución adicional. Son varios los estudios que constatan la pérdida de efectividad de las dos primeras dosis -en el caso de Moderna y Pfizer-, por lo que es aconsejable el refuerzo.

“Recibimos nuestras dosis, creo, allá por diciembre”, indicó el presidente. “Así que ya es hora”. Sus palabras están en línea con su comité de expertos, que indicaron en un comunicado que comienzan a ver “evidencia de una reducción en la protección contra enfermedades leves y moderadas” relacionadas con el coronavirus.

Aclararon, eso sí, que aquellos con la pauta completa no deben temer por su vida. “Aún tienen un alto porcentaje de protección frente a los peores desenlaces de Covid-19, como una hospitalización por un caso severo o incluso la muerte”, en palabras de Vivek Murphy, cirujano general de EEUU.

La recomendación de los expertos es que la tercera inyección se administre al menos ocho meses después de la segunda dosis -si se trata de Pfizer o Moderna-, mientras se estudia cuál será el camino a seguir para ciudadanos que hayan recibido el fármaco de Johnson & Johnson. El hecho de que no estuviera disponible hasta marzo de 2021 ha retrasado los planes para una inyección de refuerzo.

El exceso de precaución de la administración Biden parece no haber sido del agrado de la Organización Mundial de la Salud, que ha criticado abiertamente el plan de la primera potencia mundial. El director de la institución en Africa, el doctor Matshidiso Moeti, ha calificado la decisión de “burla” al proceso de vacunación global en un momento en el que ese continente aún atraviesa por graves problemas para lograr las dosis suficientes.

Más de un año y medio después del comienzo de la pandemia, tan solo el 2% de la población africana está vacunada -de un total de 1.300 millones de personas-, por lo que Moeti cree que la apuesta de las naciones ricas debería ser la ayuda a los países más necesitados y no pensar en una dosis de refuerzo. “Las medidas de algunos países a nivel mundial para introducir inyecciones de refuerzo amenazan la promesa de un futuro más brillante para África”, dijo.

Biden se defendió alegando que EEUU ha donado más medicamentos a terceros países que ninguna otra nación. “Hemos donado más al resto del mundo que el resto del mundo combinado”, afirmó. “Hemos mantenido nuestra parte del acuerdo”. A ese respecto, las autoridades americanas indicaron el miércoles que se seguirán enviando millones de dosis al extranjero pese a regalar una tercera inyección a la población en casa.

Porcentaje muy bajo de vacunados

Los últimos números, sin embargo, dejan claro que el problema a nivel nacional no está en la falta de refuerzo sino en el porcentaje de población que aún hoy se niega a vacunarse. El nivel de casos, hospitalizaciones y muertes se ha disparado de costa a costa en las últimas semanas, lo que ha obligado a reinstaurar parte de las medidas de precaución contra la Covid en varios estados.

Más de 90.000 personas estaban ingresadas en hospitales por Covid a principios de semana, más que en cualquier otro pico excepto el pasado invierno, cuando los contagios y los muertos alcanzaron cifras dantescas. La media de casos diarios se ha incrementado en un 47% hasta los 140.000.

La variante Delta parece ser la principal culpable del retroceso, con especial énfasis en el sur. Florida, Louisiana y Mississippi están sufriendo las consecuencias en los hospitales, muchos de ellos desbordados. De fondo, el dato del 51% de población con la pauta completa, lejos aún de la ansiada inmunidad de rebaño. La tercera dosis hoy suena a quimera.

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