Justo encima de la puerta del centro de salud de Abrantes, uno de los siete barrios del distrito de Carabanchel, en Madrid, hay un balcón que todavía tiene un arcoiris descolorido que hoy suena a chufla. «Todo va a salir bien», dice el cartel. ¡Ja! Justo debajo del arcoiris, todo está saliendo rematadamente mal, pese a los esfuerzos de una enfermera que parece un agente de tráfico en mitad de la M-30. A su izquierda, por favor, los pacientes que esperan para una prueba PCR. A su derecha, si no l