Los test rápidos en las farmacias, competencia de las autonomías, pero “condicionada”

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Dos meses después de que la Comunidad de Madrid planteara la posibilidad de realizar pruebas rápidas de antígenos en las farmacias con el fin de facilitar la detección rápida de casos asintomáticos, el Ministerio de Sanidad responde. Lo hace a través de una carta en la que el ministro Salvador Illa apunta que “autorizar [esta opción] es competencia de las comunidades”. No obstante, también recuerda que “sólo deberían hacerse en casos de cribados selectivos y nunca a demanda de los ciudadanos”. Es decir, en zonas con alta transmisión.

Ante esta misiva, la Comunidad de Madrid ha lamentado que el Ministerio de Sanidad sólo autorice los test en estas dichas circunstancias y que “además tarde dos meses en decirnos que lo regulen las CCAA”, declara el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en su cuenta de Twitter. “El Gobierno sigue perdido y sin entender cómo funciona este virus. Hay que facilitar la capacidad diagnóstica”, añade.

La Comunidad de Madrid no era la única que esperaba el visto bueno del Gobierno. También Murcia y Cataluña están interesadas en poder realizar los test de antígenos en las farmacias, con el fin de descongestionar la asistencia sanitaria. Sin embargo, después de la larga espera, esta luz verde está condicionada y realmente no da cabida a la intención de dichas autonomías, que consiste en la necesidad de facilitar que cualquier ciudadano se pueda hacer la prueba como forma de ampliar la capacidad diagnóstica.

De esta forma, aseguraba el vicepresidente y portavoz de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, se podrían haber evitado “miles de contagios” esta Navidad. Además, en su cuenta de Twitter también reivindicaba que “la clave” está precisamente en poder hacerlos “libremente en las farmacias”. No obstante, el portavoz del Ejecutivo regional señalaba que seguirán insistiendo en 2021.

Por su parte, el ministro de Sanidad argumenta en la carta que la sensibilidad y especificidad de este tipo de pruebas “sólo son esperables” si se siguen las instrucciones de uso establecidas por el fabricante, que contemplan su realización a personas sintomáticas, contactos estrechos de casos confirmados asintomáticos y personas sin síntomas en zonas de alta transmisión y riesgo epidemiológico.

En este sentido, el colectivo médico también ha mostrado sus reticencias. La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) ha sido una de las primeras en poner el foco en el mal uso que se está haciendo de estos test. “Disponemos de escasa información relacionada con el rendimiento diagnóstico en individuos asintomáticos por lo que su utilidad en el estudio de contactos y cribados poblacionales es actualmente discutida”, asegura el documento de la Seimc.

No sirven para todas las situaciones

Como señalaba el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, los test de antígenos “no sirven para todas las situaciones, pierden sensibilidad cuando estas pruebas se toman a personas asintomáticas y también cuando la probabilidad de infección es muy baja. Por tanto, estas pruebas tienen un uso prioritario en personas sintomáticas, pero no son buenas en cribados en la población general. Se tienen que interpretar con mucho cuidado”.

Incluso la Asociación Nacional Empresarial de Laboratorio Clínico (ANLAC) se dirigió al Ministerio de Sanidad y a las consejerías de Sanidad de las Comunidades Autónomas para informarles sobre el grado de efectividad de estas pruebas rápidas. “No pueden ser utilizados para el estudio de grupos numerosos para descartar infecciones, debiendo los resultados negativos ser tratados con precaución y confirmados mediante una segunda prueba molecular con amplificación del virus”, aseguraban.

En palabras de Juan Martínez Hernández, portavoz de Salud Pública de la Organización Médica Colegial (OMC), “pueden generar falsa seguridad y aumentar mucho el riesgo, porque un falso negativo podría ser el origen de un brote”.

Donde sí resultan “muy útiles y de gran importancia es en los centros de salud y en urgencias para los pacientes que tienen síntomas, porque en 15 minutos tenemos el resultado”, subraya Martínez. Para la OMS, los test de antígenos son apropiados “en países o áreas que están experimentando una transmisión generalizada, donde el sistema de salud puede estar sobrecargado y donde puede no ser posible probar todos o cualquier caso sospechoso por PCR”. De la misma forma, tienen gran probabilidad de “funcionar bien en pacientes con cargas virales elevadas y en fases sintomáticas tempranas de la enfermedad (dentro de los primeros 5-7 días de la enfermedad)”.