Moda sostenible, equipos médicos y plásticos ‘bio’: las oportunidades de inversión que surgen de la pandemia
La pandemia de coronavirus ha puesto el foco más que nunca en el concepto de sostenibilidad, tanto por parte de los ciudadanos como por el lado de inversores y empresas. Las normas nacionales e internacionales han crecido en los últimos años para potenciar un mundo y una economía más sostenible, los consumidores cada vez demandan más alternativas respetuosas con el medio ambiente y los principios ASG y las compañías no tienen otra opción que mirar de frente a todas esas demandas.
La economía circular, que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos todas las veces que sea posible para alargar el ciclo de vida de los productos, va ganando peso y es una realidad cada vez más presente en el día a día. Tal vez por eso, muchos inversores han puesto sus ojos en ella en busca de oportunidades de cara a la recuperación después de la crisis por el Covid-19.
Desde el plástico hasta la tecnología, el segundo informe Circular Economy Progress elaborado por BlackRock, recoge cuatro de las principales tendencias que la firma ha detectado en este nicho de mercado de cara a las perspectivas de los inversores en los próximos meses.
Empezando precisamente por el plástico, uno de los principales problemas en cuanto a sostenibilidad y respeto medioambiental, podría tornarse, a juicio de la firma de inversión, en una oportunidad. Eso sí, no vale cualquier plástico.
El comienzo de la pandemia provocó un retroceso en los recientes progresos en la reducción de la utilización de los plásticos de un solo uso, pero las tendencias de consumo están revirtiendo esta tendencia. Según BlackRock, la economía circular puede generar usos innovadores del plástico para reducir los residuos. “La sustitución del plástico reciclable por plástico biodegradable, por ejemplo, reduce las probabilidades de que el plástico reciclable termine en vertederos u océanos” y es ahí donde puede surgir la oportunidad.
“Algunas de las empresas de bienes de consumo más importantes de Europa están liderando esta tendencia sustituyendo los envases de alimentos por alternativas de plástico biodegradable, como el ácido poliláctico”, recoge el informe. Y por eso se mantienen optimistas en este sector, ya que, según Evy Hambro, cogestor del Fondo BlackRock Circular Economy, “la pandemia trasladará el foco a la construcción de infraestructuras adecuadas para gestionar el proceso de eliminación del plástico, como la gestión de residuos, la recogida, clasificación y el reciclaje químico”.
Apuesta por la tecnología
Otro puntal de inversión para los próximos meses puede ser la tecnología, tanto por su papel a la hora de promover los principios circulares como por su rol a la hora de acelerar los cambios de hábitos en los clientes. “Esperamos que esta temática pase a ser un factor de mayor peso especialmente para el segmento electrónico, donde existe una acuciante necesidad de desarrollar una solución sostenible para gestionar la economía de la eliminación de equipos”, apuntan.
“Para nuestra cartera, buscamos empresas que contribuyen a una menor generación de residuos mediante la reducción, la reutilización o el reciclaje de materiales. Ello aplica a las piezas que componen el hardware tecnológico producido por las empresas tecnológicas y también pretende permitir a los consumidores hacer lo propio con los bienes desechables. Así pues, observamos crecimiento en los ámbitos de la economía compartida, las aplicaciones online de reventa, las plataformas de productos de segunda mano y de alquiler, las soluciones de eliminación sostenible de residuos, los modelos de leasing de dispositivos y los programas de recuperación”, detalla Olivia Markham, cogestora del Fondo BlackRock Circular Economy.
El impacto de la pandemia también ha dejado a la luz la importancia del equipamiento médico y ese factor no queda fuera del radar de una de las principales firmas de inversión a nivel mundial. La higiene y los productos no reutilizables como los EPI y el material de pruebas han pasado a ocupar un lugar prioritario en prácticamente todos los hogares y lugares del mundo, de ahí que el segmento de equipos médicos sea una de las principales tendencias detectadas por BlackRock.
“En vista de que los hospitales deben contar con el equipo más moderno y de mayor calidad para desempeñar sus funciones, los ciclos de los productos pueden ser más cortos que los de los productos electrónicos de consumo, lo que ha llevado a las principales empresas a establecer unos procesos de logística inversa eficientes para recoger, reacondicionar o desmontar el equipo usado”, apunta el estudio.
Moda sostenible
Y así como el equipamiento sanitario ha cobrado mayor importancia, el mundo de la moda continúa con su proceso de readaptación. Y decimos continúa porque ya llevaba años cuestionándose cómo adaptarse a las nuevas demandas después de dos o tres décadas en las que la globalización y la democratización de la moda ha externalizado las cadenas de suministro textiles y ha precarizado las condiciones de muchos de sus trabajadores.
“El sector de la moda se encuentra bajo el escrutinio de los consumidores, del mismo modo que ha ocurrido con las empresas de envasado de alimentos y bebidas en los últimos años. Ello debería acelerar la transición del sector hacia prácticas más circulares”, analizan desde BlackRock.
A partir de ese análisis, la firma prefiere empresas y firmas innovadoras de la cadena de suministro que se encuentren a la vanguardia de esta tendencia y en proceso de adaptar sus modelos de negocio en consonancia con las prácticas circulares.
“Mostramos una mayor convicción en los esfuerzos por acelerar la economía circular que hace seis meses. Los líderes sectoriales de hoy día resultan fundamentales para avanzar hacia la economía circular: las empresas que se consideran parte del problema en la actualidad deben pasar a ser parte de la solución”, advierte Evy Hambro.